Desde mi punto de vista personal y profesional, hay unas características de las personas tímidas que son bastante comunes y que se repiten en gran parte de ellas:
1) Tienen baja autoestima, se sienten inferiores, no se creen merecedoras
2) Se sienten víctimas desprotegidas de una sociedad que no les entiende
3) No se atreven a expresar lo que sienten, lo que piensan, lo que opinan, lo que desean...
4) Cuando no tienen más remedio que hacerlo y relacionarse se ponen nerviosas
5) Se sienten observadas, juzgadas y no reconocidas por los demás
6) Sienten que son unos bichos raros, que no les quieren, aceptan ni reconocen
7) Se sienten víctimas de un entorno que no les comprende y se encierran en su mundo
8) Tienden a retraerse aunque en el fondo les encantaría mostrarse a los demás. Eso les genera frustración.
9) Piensan en exceso sobre ellos mismos y sus problemas y eso les impide abrirse a los demás
Esta forma de sentir proviene en algunas ocasiones de experiencias traumáticas que hemos vivido cuando éramos niños (sobre todo) o ya mayores y en otros casos pueden tener orígenes energéticos (acuerdos kármicos, lealtades familiares, espíritus o energías negativas externas). En cualquier caso, estos bloqueos quedan registrados en el subconsciente y en nuestro cuerpo y nos llevan a actuar de una forma determinada y a tener unos pensamientos concretos y unas creencias específicas que refuerzan a la vez nuestro comportamiento.
Muchas veces las personas tímidas queremos salir de esta espiral mediante la razón, poniendo la intención en pensar de otra forma, actuar de otra manera. En la mayoría de ocasiones esto no funciona ya que según dicen varios científicos, el 95% de nuestros comportamientos provienen no del consciente sino del subconsciente. Es por lo tanto aquí donde debemos actuar para conseguir cambios evidentes y eficaces.
¿Te sientes identificado con las características de las personas tímidas que te he expuesto?¿Puedes añadir otra característica? ¡Me gustaría leer tu opinión! 🙂
Foto de Hunter Newton en Unsplash
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