En este artículo descubrimos los miedos que tienen los tímidos y analizaremos 8 variantes. Veremos cómo se manifiestan en los comportamientos y las relaciones con los demás. Por último, propongo cómo superar cada uno de estos miedos.
Todos los humanos tenemos miedos de muchos tipos (a volar, a ciertos animales, a fracasar, a perder el control, a la muerte, a la sangre...) La timidez es uno de estos muchos miedos que se manifiesta concretamente en el ámbito social, cuando nos expresamos y relacionamos con los demás. Ese miedo provoca que los tímidos se inhiban y eso dificulta su posibilidad de tener unas relaciones plenamente satisfactorias.
1) Miedo a relacionarse y a mostrarse
Los tímidos sienten las relaciones con los demás como una interacción en la que están incómodos, inseguros, expuestos, vulnerables, en peligro… Saben que implican mostrarse, ser el centro de atención y tienen un miedo irracional a hacerlo.
Comportamientos
Las personas tímidas tienden a evitar las relaciones. A veces no tienen más remedio que afrontarlas y en estos casos se sienten sin capacidad de control, desbordados y bloqueados y desean que la interacción se termine lo antes posible para regresar al anonimato.
Por lo tanto, los tímidos evitan siempre que pueden llamar la atención, tienden a ser reservados, discretos y se protegen en su mundo interior en el que se sienten seguros. La actitud en la que están más cómodos es observando las conversaciones desde el exterior, esperando que a nadie se le ocurra hacerles ninguna pregunta.
Solución
Entender que las relaciones son espacios entre iguales en los que pueden compartir su forma de ser con los demás con seguridad. Un paso importante es aprender a sostener este momento de ser observado como una situación en la que no pasa nada.
Podemos mostrarnos sin que se acabe el mundo. Cuantas más veces lo hagamos, más nos acostumbraremos a esta sensación de incomodidad hasta que irá desapareciendo. De esta forma nos iremos integrando en el grupo mostrando nuestra forma de ser
2) Miedo a lo que dirán pensarán, a ser juzgados, desaprobados o rechazados
Los tímidos tienen una gran preocupación por la opinión que los demás tienen sobre ellos. Temen el juicio, ser desaprobados o rechazados. En muchos casos este miedo esconde detrás la creencia de ser inferiores. Por eso son especialmente sensibles a los comentarios de los demás sobre ellos: les conecta con esta creencia interna negativa propia.
Comportamientos
De esa forma, las personas tímidas buscan de forma permanente la aprobación de los demás cuando curiosamente en el fondo son ellos mismos los que no se aprueban. Agradar siempre a los demás implica no mostrar sus opiniones, sentimientos y necesidades, callar y otorgar y no sobresalir porque quedarían en evidencia.
Al buscar esa aprobación, el no ser juzgados, reprobados... sin darse cuenta renuncian a ser ellos mismos y sienten un vacío y frustración interior.
Solución
La actitud más sana que pueden tomar los tímidos es quererse, aceptarse y valorarse a sí mismo. Si lo hacen, se sentirán plenos y no tendrán la necesidad de buscar la aprobación de los demás porque ya se la darán ellos mismos.
Eso les dará la libertad de mostrarse tal cual son sin el miedo a lo que dirán o pensarán los otros. En el caso que alguien no esté de acuerdo con sus puntos de vista, les juzguen o reciban un rechazo, entenderán que la opinión externa no desautoriza la suya. Y aceptarán que todo el mundo puede expresar su opinión libremente mientras respete a los demás.
Y comprenderán que hay personas con las que simplemente nunca coincidirán y en esos casos con lo que no deben tomarse el rechazo con naturalidad, no como una cosa personal sino como una cosa que a veces ocurre.
3) Miedo a mostrar los defectos, errores, debilidades, inferioridad y vulnerabilidad
Los tímidos por norma general se sienten inferiores a los demás (menos sociales, menos atractivas, menos hábiles, más torpes, más aburridas...). También consideran que deben ocultar sus «defectos», errores y su vulnerabilidad a toda costa porque si no los demás se van a dar cuenta de sus carencias.
Comportamiento
Su intención es ocultar lo que consideran sus «debilidades» y «defectos» por lo que dirigen su esfuerzo a mostrar todo lo contrario. Aparentar hacia fuera la imagen de estar seguros, de hacer las cosas de forma impecable, de ser perfectos, de no cometer errores.
Por dentro hay una autoexigencia y una tensión constante, una lucha por ocultar lo que consideran fallos, por llegar a una perfección inalcanzable. Eso resulta agotador porque están interpretando un papel que no es el suyo como si estuvieran en una obra de teatro. Falsean sus sentimientos mostrando continuamente una imagen que no es la suya.
Solución
Reconocer la vulnerabilidad y las cosas que pueden mejorar con naturalidad. Aceptar que no llegan a todo y que no son perfectos ni necesitan serlo. Y a pesar de esto, quererse y reconocer su valía en muchos ámbitos. Aprender que expresar su vulnerabilidad es una característica de personas maduras y sanas.
Eso libra a los tímidos de la auto obligación, la autoexigencia e intentar aparentar imposibles. Y les libra de la tensión innecesaria que les desgasta, de la lucha contra ellos mismos por negar lo que son. Les posibilita aceptar que a veces son vulnerables y se lo permiten. Viven con más aceptación, amor y paz interna.
4) Miedo a hacer el ridículo
Los tímidos tienen un sentido del ridículo acentuado. Se sienten observados y tienen la sensación que todo el mundo está pendiente de lo que está haciendo. Además, hay una creencia que los llevan a pensar que realmente van a hacer o decir algo que será motivo de risa o desaprobación por parte de los demás.
Comportamiento
Normalmente se inhiben e intentan evitar la exposición para evitar precisamente hacer lo que ellos consideran «ridículo». Y si no tienen más opción que exponerse lo hacen con una gran presión interna que les ponen en tensión, les paraliza y no les permite expresarse de forma natural. Sufren nerviosismo y ansiedad.
Solución
Si aceptan su forma de ser se sentirán libres de expresar lo que son, sienten y piensan y entienden que habrá personas que estarán de acuerdo y otras que no. Aceptarán además que se pueden equivocar como todo el mundo y que eso no implica hacer el ridículo, es solo equivocarse.
5) Miedo a ser diferente, sentirse apartado, marginado, a estar solo, a ser invisible…
Las personas tímidas se sienten vulnerables, consideran que no tienen tantas habilidades sociales, tienden a minusvalorarse y a creer que necesitan el apoyo y reconocimiento del grupo para sentirse reconocidos. Tienen un miedo atávico a quedarse solos o apartados.
Comportamiento
Como consecuencia, los tímidos suelen ser muy cautos, no llaman la atención y asienten. No dan señales de disconformidad que podrían alejarlos del consenso general. Quieren ser uno más y eso pasa por no destacar y amoldarse a lo que es considerado correcto, ya sea en un grupo o en la sociedad.
El miedo a decir cosas que creen que podrían ser consideradas impropias les hace renunciar en ocasiones a expresar su opinión con lo que el grupo no la tiene en cuenta.
Eso le genera una sensación de invisibilidad, de no ser tenido en cuenta que acentúa la percepción de aislamiento, de sentirse apartado, marginado… Hay una contraposición de dos deseos contradictorios: por una parte, quiere ser discreto y no llamar la atención pero por otra parte quiere ser tenido en consideración. Esa contradicción le genera mucho malestar interno.
Solución
Para salir de esa situación de insatisfacción los tímidos harán bien en mostrar sus puntos de vista y entender que su aportación contribuye al enriquecimiento del grupo. Por otra parte, expresar sus opiniones, necesidades, preferencias es la única forma de conseguir que se hagan visibles para los demás ya que si se callan nadie sabrá lo que piensan y eso les generará frustración y sensación de no ser tenido en cuenta.
La manera más sana de sentirse bien en un grupo es intervenir y participar libremente respetando también la opinión de los demás, entendiendo que hay varias formas de entender el mundo y que por el hecho de tener una particular en algún aspecto no implica que sea automáticamente excluido del grupo.
Por otra parte, si no estamos bien en un grupo, siempre tenemos la opción de buscar otro en el que nos sintamos mejor y más reconocidos.
6) Miedo a molestar a los demás cons sus "tonterías" o mostrando sus necesidades
Los tímidos tienen la creencia de ser menos que los demás e incluso llegan a pensar que tienen menos derechos a expresar su opinión o sus necesidades o que son menos merecedores. Tienen la percepción que son un estorbo, que interrumpen o que hacen observaciones sin valor que no van a ser tenidas en cuenta.
Comportamiento
Por ese motivo les inquieta expresar su opinión, pedir consejo o ayuda a los demás, hacer propuestas o, simplemente, interaccionar con los demás. Son cautelosos y prefieren callarse para no incomodar, no molestar, no hacer perder el tiempo con cosas personales, no entrometerse en asuntos de los demás... Esto lleva a no mostrarse, a limitar las relaciones con los demás y a no compartir aspectos más personales o del día a día.
Solución
Cuando los tímidos reconocen que tienen los mismos derechos que los demás a expresarse y que nos merecedores de ello, conectan con su poder personal y se abren a expresarse libremente. Se percatan de que los humanos somos seres sociales y que necesitamos relacionarnos.
Descubren con asombro que sus intervenciones son bien aceptadas y que el hecho de expresarse hace que los demás también se abran más, con lo que sus interacciones con los demás son mucho más enriquecedoras.
7) Miedo al conflicto, a ser atacado y dañado
Las personas tímidas parten de la premisa que son más débiles y menos hábiles socialmente con lo que les es muy difícil gestionar situaciones de conflicto o de disparidad de opiniones.
Comportamiento
En estos casos, la tendencia es a callarse las cosas con las que no está de acuerdo, ceder y otorgar a los demás. Todo ellos son mecanismos para evitar la confrontación, exponer su punto de vista contrario al de los demás. Intenta buscar siempre una conciliación que en algunos casos termina siendo una renuncia a sus propios intereses o principios.
Eso genera dolor interno ya que en el fondo son conscientes que no son capaces de ser sinceros y exponer cuando están en desacuerdo, cuando hay situaciones o actitudes de los demás que les incomodan...
Este callar y ceder de forma sistemática suele generar frustración y resignación que se va acumulando en forma de tensión hasta que a veces no la pueden sostener y acaban estallando y diciendo las cosas de mala manera.
El resentimiento acumulado, aunque se muestre hacia el exterior, hacia los demás, tiene su origen en una rabia interna por no ser capaz de exponer sus puntos de vista.
Solución
Cuando los tímidos exponen su malestar, su disentimiento, su disconformidad... conectan con su poder personal y se sienten satisfechos y reafirmados por haberse expresado.
Se acostumbran poco a poco a esas situaciones y descubren que cuando muestran su opinión en la mayoría de casos no se producen grandes conflictos y que todo se queda en un intercambio de posiciones e incluso a veces con un acuerdo entre todas las partes.
Se dan cuenta que expresar su disconformidad es una forma de reafirmarse y sienten bien por haber sido coherentes con su forma de ser. Una forma de ser que si se callan nadie podrá tener en cuenta.
8) Miedo a mostrar la timidez
Los tímidos tienen un miedo añadido a ser tímidos y es la idea que los demás se den cuenta.
Comportamiento
Normalmente intentan aparentar que están tranquilos, dar una imagen de seguridad y sonreír aunque en la mayoría de ocasiones están tan tensos interiormente que no lo consiguen. El hecho de intentar ocultar que están nerviosos, más que una solución supone un problema añadido a la propia timidez.
Solución
En vez de intentar ocultarlo es mucho más práctico que reconozcan que en determinadas situaciones estamos nerviosos, inseguros, somos tímidos. Al darlo a conocer ya no tenemos que esconderlo y la gente normalmente empatiza con nosotros, nos apoya y sabe que si a veces no intervenimos no es porque seamos distantes sino que es precisamente por nuestra timidez.
Superar los miedos
Los pensamientos y creencias de los tímidos pueden provenir de experiencias y aprendizajes de nuestra vida, condicionantes del pasado que nos llevan a comportarnos de cierta manera con los demás.
Es de gran importancia cuestionarse estos pensamientos, creencias y miedos que tuvieron seguramente un motivo y una utilidad en algún momento de nuestra vida pero ahora nos limitan. Necesitamos mirar hacia delante para que estas experiencias del pasado no sean un lastre en nuestras vidas.
Esos miedos también pueden proceder de influencias externas o de bloqueos que tienen que ver con nuestro entorno familiar o social. Conviene deshacernos de todos estos lastres para tener unas relaciones plenas.
¿Quieres que trabajemos juntos?
En mis sesiones individuales y en mis programas individuales y grupales trabajo con todos estos aspectos: miedos, creencias limitantes, bloqueos internos y externos… Y lo hago tanto desde la vía racional como abordando el subconsciente haciendo que se alinee con el objetivo de que los tímidos se abran al mundo con seguridad y confianza.
Puedes contactar conmigo si deseas abordar inseguridad y vergüenza y te explicaré como puedo ayudarte para sobrellevar tu timidez y dejar que suponga un freno en tus relaciones y tu vida.
Aquí tienes algunos artículos complementarios que pueden ser de tu utilidad:
- ¿Cuáles son las creencias de las personas tímidas y con ansiedad social?
- ¿Cuáles son los pensamientos de las personas tímidas y con ansiedad social?
- ¿Por qué somos tímidos? Influencias en esta vida
- ¿Por qué somos tímidos? Los motivos ocultos
- Qué es la timidez y cuál es su relación con el subconsciente
¿Te ha gustado el artículo? Puedes escribir comentarios si te apetece. También puedes ayudarme compartiéndolo y así ayudaremos a más tímidos! Gracias ;D
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bea Dice:
Hola!!!! me ha encantado este post. Yo fui una niña timida que cambió, pero ahora tengo una niña así. El problema es que no se bien como ayudarla porque se siente tan insegura a mostrarse porque es altamente sensible que eso le produce mucho miedo. La acompaño lo mejor que puedo, intento que gane autoconfianza y autoestima pero ante una nueva oportunidad de conocer gente se cierra en banda y no quiero forzarla, va a hacer 8 años y no se si dejarla fluir trabajando del modo que ahora lo hacemos o ir forzando situaciones. Este verano no quería ir a natacion , pero no habia opcion porque es por su seguridad asi que ha ido y el resultado ha sido fantastico, dos amiguitas nuevas y ver que interactua con otros niños, es mas Nerea que nunca. que me recomiendas? gracias
Albert Torrent Dice:
Hola Bea, muchas gracias por tus palabras! 🙂
Las personas altamente sensibles tienden a vivir muy intensamente las emociones, se sienten débiles y vulnerables y tienen poca confianza y autoestima. Eso les lleva a protegerse, encerrase y evitar las relaciones.
En cuanto a tu hija, el caso que comentas de la natación es muy positivo. Os recomiendo que seáis muy amorosos con ella, que la escuchéis, la apoyéis, le déis protección pero a la vez que la animéis a relacionarse con los demás niños y a desarrollarse por su cuenta. Si no hay un peligro real, los miedos se van cuando pasamos a la acción como hizo ella.
También es importante el poder gestionar esa sensibilidad, reconocerla, aceptarla e incluso aprovecharla. Seguramente que podrá expresarla por medio del arte, del apoyo a los demás… La sensibilidad no tiene porque ser una cosa negativa. La podemos ver como un don.
Por mi parte ofrezco servicio individual de acompañamiento a personas tímidas a través del Método Me Abro Al Mundo.
También a través del Método INTEGRA ofrezco servicios más específicos para tratar aspectos concretos como la autoestima, las relaciones con los demás… Es un trabajo basado en el subconsciente en el que se liberan posibles bloqueos y traumas emocionales fruto de experiencias desagradables y energías y bloqueos varios que nos afectan sin que seamos conscientes.
Ambas cosas creo que le podrían venir bien.
Espero que te haya sido de utilidad.
Para cualquier aclaración, ya sabes. ;
Albert