Hoy te quiero hablar de la timidez y cómo a través del Método INTEGRA un cliente pudo superar muchos de los miedos que sentía debido a su inseguridad. Detrás de la timidez hay muchos temores, la mayoría infundados, como pueden ser el miedo a ser juzgado, criticado, rechazado, apartado, ignorado, a ser un estorbo, a hacer o decir tonterías, a ser menos que los demás y que los demás lo noten, miedo a expresarse, a relacionarse, a estar con gente, a exponerse… ¡Bien, os explico el antes y el después de las sesiones de Rodrigo!
Rodrigo con timidez
Rodrigo se sentía frustrado porque su timidez le impedía desarrollarse plenamente en su vida. Expresaba que tenía muchos miedo y limitaciones. Conocía a la perfección sus sentimientos y lo plasmó muy bien antes de empezar las sesiones. Esas eran algunas de las sensaciones, emociones y comportamientos que identificaba en las relaciones con los demás debido a su timidez:
Falta de confianza y miedo a equivocarse
- No siento confianza en mi mismo, lo que soy, pienso…
- Siento un dolor muy grande a equivocarme por ser como soy.
- Me siento observado y tengo miedo a hacer el ridículo. Siento que las personas a veces me vigilan, desconfían o sospechan si algo malo estoy haciendo y eso me da ansiedad.
Miedo a expresarse
- Tengo vergüenza para contar mis intimidades o lo que hago y pensar que lo van a encontrar aburrido.
Sentimiento de inferioridad
- No me siento valorado en la familia.
- Siento un poco de envidia hacia los demás si siento que son superiores a mi en cualquier aspecto o me puedan superar.
- No soy yo mismo ante los demás, sobretodo desconocidos y eso me impide socializar.
- Siento mucho miedo o pánico ser aburrido o poco interesante.
- Tengo miedo y me siento débil ante los hombres y más a la confrontación con ellos por miedo a que se enojen. Siento que ante los hombres tengo que ser correcto y perfecto, para que no se enfaden o pierda su amistad o buena vibra.
Sensación de ser atacado
- Me duele y me da rabia que me corrijan y me digan qué cosas debo hacer qué no. Siento que me tratan de tonto y no quiero que piensen que soy imperfecto.
- Me tomo pequeños comentarios como ataques a mi persona.
Miedo al rechazo
- Siento miedo y vergüenza cuando siento que hago el ridículo, hago tonterías o no soy suficiente. O me da miedo que me rechacen.
- No me siento preparado para sentir y saber que algunas personas les voy a caer mal.
- Siento miedo a desaprobar o mostrar indiferencia a una persona que me está contando algo que no me interesa o si su humor no me causa gracia ya que siento que perderé su amor, amistad o lo que sea.
- Siento miedo, al acercarme a una mujer desconocida para conocerla o por lo menos entablar una conversación. No puedo ser yo mismo en su totalidad ya que tengo miedo a que me rechacen por cómo soy. Tengo miedo a fallarle o a que no me valide. No me basta ser yo mismo y tengo que adornar o aparentar alguien que creo que es más atractivo Cuando me retan entro en pánico y me paralizo o me pongo una máscara de fuerte para afrontar la situación.
Rodrigo sabía todos los inconvenientes que le generaba su timidez pero a pesar de conocerlos, saber o intuir de donde le venía, no podría superar esas emociones, sensaciones, miedos, inseguridades. Era algo que estaba en el subconsciente.
Rodrigo sin timidez
Después de una serie de sesiones con Método INTEGRA para trabajar la timidez en base a la liberación de energías externas, bloqueos internos y grabación de creencias, le pedí a Rodrigo que hiciera una evaluación para saber en qué punto estaba antes en cuanto a la timidez y cómo se sentía después de las sesiones con Método INTEGRA. Estas fueron sus palabras:
Aceptación y fuerza interior
Siento que tengo una fuerza interna, que me puedo sostener en la vida yo mismo. Estoy motivado y lo hago todo con más independencia y empoderamiento. Tengo más disciplina conmigo mismo para alcanzar mis objetivos y ser feliz pero no soy duro, ni perfeccionista sino flexible. Mi diálogo interno ha cambiado de una forma grande. Soy más comprensivo conmigo mismo.
Poner límites y liderar
Antes me callaba y ahora he aprendido a poner límites, a decir cosas a compañeros, a superiores en el trabajo. En las conversaciones no me siento atacado. He descubierto que puedo discutir y llegar al consenso desde el marco del respeto. Siento que primero me he liderado a mi mismo para ser líder de alguien. Tengo más confianza y liderazgo para enseñar a los compañeros y que establezco lazos más duraderos.
Ser uno mismo y expresarme
Ahora con los compañeros y con la familia hablo de cosas cotidianas de las que no hablaba. Siento que merezco ser un ser vivo, existir. Antes me ponía máscaras y fingía. Eso era pesado y no fluía.
Siento que he mejorado mucho. Soy yo y me expreso de igual a igual y empoderado con las otras personas en distintas situaciones. Siento que merezco un respeto. He notado en cuanto a socializar que expreso más a la familia lo que siento y soy, digo las cosas sin sentir miedo. Socializo más fácil, soy más yo.
He notado cambios importantísimos a la hora de relacionarme con personas desconocidas. Me siento más yo que nunca, más tranquilo y sin incomodidad.
Sentirme igual, no necesidad de aprobación y permitirme equivocarme
Me siento en igualdad de condiciones. No miro a las personas desde arriba ni desde abajo sino de igual a igual. Veo con más respeto a los demás y tengo menos necesidad de aprobación. Ya no me pregunto “Qué pensarán los demás de mi?” Ya no me pasa nada si me reprochan o regañanan. Antes me dolía cuando me equivocaba. Ahora lo reflexiono y como confío, cambio y mejoro. Pienso que si me equivoqué, aprenderé y lo voy a hacer mejor a la próxima.
Ponerme en el centro de mi vida
Puedo pensar en cosas más productivas y ser más “egoista”. Ahora, las cosas que me gustan, las hago porque me siento con esa libertad. He empezado a hacer cosas para mi. Invertí el dinero en mi, aunque también he podido pensar en los demás. Estoy mejorando mi vida para estar mejor con los demás.
Conclusión
Como he dicho en muchas ocasiones, la razón y la lógica en muchas ocasiones no funciona para superar patrones arraigados a nivel subconsciente. El testimonio de Rodrigo y la timidez es un ejemplo de ello. No sé qué os parece el antes y el después pero a mi me da la sensación que los textos son escritos por personas distintas. Y de hecho es cierto... Rodrigo es ahora otra persona. 🙂
Explica que en las sesiones “he ido de menos a más y cada día he mejorado. Recibí algo incalculable y mi valoración es muy buena, Me cambió del cielo a la tierra. Lo que valoro más del trabajo con Albert es el empoderamiento. Me he valorado más que nunca en mi vida y eso me ha traido que ahora estoy saliendo con chicas, algo que antes para mi era un sueño. Ahora para mi es normal, confío en mi y me valoro por todas las cosas que he hecho y hago. Estoy avanzando más que nada en mi vida. Los cambios se ven sí o sí con mis amistades, família, las relaciones con chicas... Es algo más sólido en comparación con un tiempo atrás.»
Muchas gracias Rodrigo por tu constancia y dedicación y felicidades por los resultados! 🙂
Si te identificas con Rodrigo y quieres sentirte más seguro y confiado en tus relaciones, contacta conmigo y lo hablamos! 😉
Puedes profundizar sobre la timidez leyendo estos artículos de mi blog:
- Creencias de las personas tímidas con ansiedad social
- ¿Por qué somo tímidos?: influencias en esta vida
- ¿Por qué somo tímidos?: motivos energéticos
- Los tímidos somos el centro del mundo
- La autoexigencia y el perfeccionismo en los tímidos
- El miedo al rechazo y la timidez
- El aislamiento y la soledad en los tímidos
- ¿Eres tímido o introvertido?
- Soy tímido: ¿Qué puedo hacer?
- Características negativas y positivas de ser interovertido
- ¿Qué es la timidez y cuál es su relación con el subconsciente?
- Los tímidos y sus 8 miedos
Foto de Anna Shvets en Pexels.
Rosa María Delgado Prieto Dice:
Hola Albert qué alegría de saber de ti y saludarte!!!!☺️ pienso qué todos somos tímidos en algún momento de nuestra vida y para algunas personas mucho más que para otras según sus vivencias y educación desde pequeños,por ejemplo yo de más joven era tímida a más no poder siempre mirando al suelo y cómo no era fea me echaban los hombres muchos piropos y yo lo pasaba muy mal me ponía tan colorada qué las orejas me ardían pero ya pasó la bonita época de joven y belleza y ya no dicen tantos piropos soy tímida en ciertos puntos pero ya en general creo qué menos o eso pienso aunque toda mi vida he cargado esa cruz muy dura y sintiéndome menos qué los demás pero bueno que tire la primera piedra quién diga qué en su vida nunca ha tenido ningún complejo o sentir vergüenza por algo me alegra poder saludarte un abrazo Albert.☺️
Albert Torrent Dice:
¡Hola Rosa María, gracias por tus palabras!
Es cierto que muchos hemos pasado por etapas o hemos vivido momentos en los que nos hemos sentido inseguros ante los demás. En muchas ocasiones, con el paso del tiempo vamos gestionando estas situaciones y nos vamos sintiendo cada vez con menos timidez. Aunque hay personas a las que esta sensación se va acentuando con el paso del tiempo. No hay un patrón 100% válido para todo el mundo. Es verdad que experiencias del pasado donde hemos sido criticados, juzgados, humillados, menospreciados, rechazados, ignorados… tienen una fuerte incidencia en nuestra timidez incluso habiendo pasado años. Se generan fruto de estas situaciones, memorias emocionales, creenciaas y otros elementos que se instauran en nuestro subconsciente por lo que trabajar a este nivel es eficaz para trascender estos estados y bloqueos.
¡Gracias por tu aportación y me alegra también saludarte!