La timidez es un rasgo del carácter fruto de unas creencias y pensamientos que nos quitan valor respecto a los demás y que nos llevan a tener miedo e inhibirnos en las relaciones. La sociedad por norma general no valora el tímido. Todo lo contrario, más bien realza a las personas seguras que tienen facilidad para relacionarse.
Este condicionamiento social añade una presión extra al tímido y le lleva a acentuar su convencimiento que es rechazado por los demás y que hay algo malo en él que tien que corregir, lo que le lleva a un exceso de perfeccionismo. Eso, evidentemente, mina todavía más su seguridad y autoestima y puede acentuar una lucha interna contra sí mismo a causa de su no aceptación. Y puede también llevarle a un tímido a encerrarse en sí mismo como protección ante los demás, lo que genera sensación de soledad.
Pero lo cierto es que a pesar del carácter negativo que se suele atribuir a un tímido, tiene cualidades positivas, sobretodo si ya ha hecho un cierto trabajo de crecimiento personal y sabe gestionar bien esa timidez:
10 rasgos característicos de un tímido:
- Sabe escuchar, comprender y atender a los demás
- Reconoce las virtudes de los demás
- Tiene capacidad para observarse a sí mismo
- Es reflexivo y llega a conclusiones profundas
- Es prudente e intenta llegar a consensos antes de la confrontación
- Es amable, próximo, tierno y cariñoso.
- Es metódico y hace las cosas a conciencia
- Puede ver las cosas desde la distancia y encontrar soluciones creativas a los problemas
- Es creativo y se expresa bien a través del arte
- Es fiel y leal
Por lo tanto, es interesante desdramatizar el hecho de actuar con timidez en ciertas ocasiones y reconocer los dones y valores que acompañan a un tímido.
Aclarado esto, en este artículo te doy algunas consignas si eres tímido para que aceptes mejor tu timidez como una parte de tu carácter y para que puedas trascenderla:
1) Permítete ser vulnerable
Uno de los deseos más intensos de un tímido es ser aceptado y reconocido. Por eso tendemos a ocultar lo que nosotros entendemos como “defectos” porque creemos que si los demás se dan cuenta de ellos nos rechazarán.
Eso nos lleva en muchas ocasiones a rechazar internamente estos rasgos “negativos” y a no atender qué hay detrás de ellos. Lo ocultamos a los demás y también nos lo ocultamos a nosotros mismos porque nos duele. Si no miramos a esa parte vulnerable no seremos capaces de ver qué hay detrás de ese dolor, qué necesidades profundas tengo y como puedo satisfacerlas.
Todo el mundo es vulnerable y nadie es perfecto. Es un muy buen punto de partida la actitud honesta de reconocer que hay cosas que nos dan miedo o que nos generan inseguridad. Y tomar consciencia que esto nos nos quita valor. ¡Forma parte del hecho de ser humanos, no es solo cosa de ser tímido!
2) Observa tus comportamientos en situaciones sociales
Si eres tímido, mi consejo es que adoptes una postura de observador externo en tu día a día y contemples en qué situaciones de comportas con timidez. Puedes anotarlo en una libreta o tomar una nota de voz. Ten en cuenta las creencias, pensamientos y emociones o que te surgen ante cada situación.
Házlo con una actitud abierta, curiosa y, sobretodo, amable contigo mismo. Observarte como si fueras otra persona. Un tímido tiende a ser más duro consigo mismo que con los demás. Por lo tanto, esta actitud de observación externa te sirve para relativizar tus comportamientos y no autojuzgarte.
3) Desmonta tus creencias y pensamientos limitantes
Cuando hayas realizado el ejercicio anterior durante unos cuantos días te darás cuenta que las creencias, pensamientos y emociones se van repitiendo. Por lo tanto, forman parte de un patrón que determina un comportamiento y hace que seas tímido.
Lo interesante aquí es ver que hay muchas creencias y pensamientos que están afectando a nuestra forma de actuar diaria. Si los analizamos concienzudamente nos daremos cuenta que no tienen mucha base, ni lógica ni sentido. El tomar consciencia de ello nos permite dar un clic y desmontar esas creencias y pensamientos. Y eso nos facilita afrontar las mismas situaciones desde otro enfoque y perspectiva.
4) Quiérete
El tímido tiende a no quererese, ni valorarse, ni aceptarse. Quererte es un primer paso para evitar la peor actitud que puedes tener en la vida: rechazarte, quitarte valor y luchar contra ti mismo. Quererte no quiere decir conformarte y no actuar. Todo lo contrario, tener una actitud amorosa hacia ti es esencial para poder gestionar tu timidez y no permitir que te limite en ciertas situaciones sociales. Hay 3 actitudes muy importantes relacionadas con quererte y la auotestima:
1) Aceptarte. Acéptate tal cual eres. Seguro que tienes muchas cosas que mejorar de ti como todo el mundo. Pero eso no te hace erróneo. Eres tímido y eso es perfecto en tu camino de aprendizaje.
2) Valorarte. Anota todos los hitos que has conseguido y todos los retos que has superado en tu vida. Pregunta a tu círculo próximo los demás como te ven y cuales creen que son tus virtudes. Te sientes menos valioso que los demás pero lo cierto es que tu capacidad de progresar para ser feliz y avanzar para superar adversidades son un ejemplo. ¡Permítete reconocer todo este valor que tienes y siéntete orgulloso!
3) Reconocer tus necesidades y ilusiones. Siéntete merecedor de ser feliz, de satisfacer tus necesidades, ilusiones, pasiones, sueños. No hay nadie que pueda negar ese derecho. ¡Y mucho menos tú! Reconoce todo lo que te hace sentirte vivo y lo que da pasión a tu vida. Anota cosas que te gusta o gustaría hacer con las que te pasan las horas sin que te des cuenta. Proponte incluirlas como actividades de tu día a día y si no tienes tiempo substituye cosas que haces y que no te reportan nada especial (TV, redes sociales…).
Cuando te aceptas como eres, te valoras y haces cosas que te apasionan es más que probable, por muy tímido que fueras anteriormente, que te sientas con una nueva energía y con mucha más seguridad para mostrarte como eres, exponer tus pensamientos, sentimientos, necesidades, ilusiones y para compartir con los demás tu esencia y tus aficiones.
5) Evita evitar
El tímido tiene muchos miedos (rechazo, no aceptación, burla, ser observado, analizado, juzgado, atacado…). Ante cualquier miedo, la reacción instintiva es huir. Y en la timidez pasa lo mismo. Un tímido más bien evitar las situaciones que le generan inseguridad. Esa actitud, la de evitar, es precisamente la que debemos evitar. Sí, "evitar evitar". Porque cuando más evitemos, más difícil será afrontar la situación de inseguridad. La forma de romper este círculo vicioso es precisamente pasar a la acción a pesar del miedo y exponernos a estas situaciones que nos generan inseguridad.
Te propongo este ejercicio para empezar a dejar atrás la actitud de evitar hacer cosas debido a ser tímido:
1) Haz una lista de todas las cosas que te causan timidez.
2) Ordénalas por el grado de dificultad que supone para ti hacerlas
3) Escoge la acción que es más fácil para ti y proponte realizarla cada día durante una semana.
4) Haz un diario anotando los progresos que te darán fuerza para avanzar y también los impedimentos que te has encontrado. Estos frenos son los que deberías de tener en cuenta y afrontar durante tu día a día. Tu objetivo es afrontarlos y superarlos. No te recrimines nada. Sé amable contigo y anímate. Felicitate por cada pequeño avance ¡Eres valiente y lo estás haciendo muy bien!
5) Ve completando una a una las acciones de la lista hasta que las hayas completado todas.
6) Si ves nuevas situaciones sobre la marcha, añádelas en la lista y ordenalas otra vez según el grado de dificultad.
Exponte a las situaciones siempre que no supongan un gran reto para ti, lo que podría ser contraproducente para tu progreso. Siempre ten en cuenta los retos más asequibles.
¿Si eres tímido, cómo te puedo ayudar con El Método Me Abro Al Mundo?
Los puntos que te he comentado están contemplados y ampliados en el Método Me Abro Al Mundo que he ideado específicamente para acompañar a tímidos en su proceso de adquisición de seguridad y de apertura hacia las relaciones satisfactorias con los demás. El contenido es mucho más amplio y abarca otros aspectos. Te los menciono brevemente en estas lineas:
1) Aceptarte, acoger y acompañar a tu parte más vulnerable y maximizar todo tu potencial, reconociendo tus necesidades y pasiones.
2) Liberar tus bloqueos energéticos, físicos, emocionales y mentales a través del trabajo con el subconsciente, más allá de la parte racional. Programar creencias potenciadoras. Para ello uso sobre todo el Método INTEGRA.
3) Superar las situaciones que te generan timidez. A través de la técnica cognitiva (que buscan desmontar miedos, pensamientos y creencias a través de la racionalización) y la técnica conductual (invita a exponerse a la situación que genera la timidez y generar un cambio de comportamiento)
4) Aprender a comunicarnos y a conectar con los demás con herramientas de habilidad social (asertividad, conversación, persuasión y empatía).
El Método Me Abro Al Mundo es un programa transformador que permite a un tímido en poco tiempo ganar confianza y exponerse a situaciones sociales que anteriormente no podía afrontar.
Las relaciones de calidad son de gran importancia para la realización personal y por ello es muy importante hacer primero un trabajo interno de sanación de heridas, de potenciación de la autoestima, de liberación de bloqueos ocultos y de grabar creencias potenciadoras.
Y cuando el trabajo interno está consolidado podemos, con las herramientas adecuadas aprender a desarrollasrnos en el exterior, en las relaciones con los demás. De todo esto trata mi método.
¡Si eres tímido, te animo a informarte sobre el Método Me Abro Al Mundo!
¿Qué te parece el artículo? Me gustará leer tus comentarios y así compartimos puntos de vista. 🙂
Giovana Dice:
Es un articulo muy interesante, que muestra en detalle todo lo que sufre una persona timida. Me siento muy identificada con todo porque lo he vivido. Nos cuesta salir del caparazon.
Albert Torrent Dice:
¡Gracias por tu comentario, Giovana! Si, los tímidos tenemos una serie de rasgos bastante comunes. Y uno de ellos es evitar el supuesto peligro que supone para nosotros el relacionarnos con los demás. De aquí viene que nos encerremos en nuestro caparazón. En este momento es cuando conviene pasar a la acción ya que esta actitud supone limitaciones en nuestra vida y dejar de hacer cosas que nos gustan por miedo al contacto con los demás. ¡Merece la pena superar esos miedos, abrirse al mundo y tener una vida plena!
¡Saludos!